viernes, 29 de abril de 2011

jueves, 7 de abril de 2011

COINCIDENCIA



Observemos que, de hecho, más allá de las diferentes escuelas teóricas, 
todas las terapias coinciden en este punto: 
los terapeutas 
buscan producir cambios en el modelo del mundo de sus pacientes, 
para que después ellos 
produzcan algún cambio en su mundo real.

EL MAGO

Sallie Nichols, en su libro “Jung y el Tarot”, explora algunas de las características del arquetipo del Mago.
El Mago del Tarot de Marsella tiene en una mano la varita mágica y en la otra una moneda de oro.
La mano es muy importante en toda magia. Es el símbolo del poder del hombre para medir y dar forma a la naturaleza y usar de modo creativo sus energías. Más veloz que el ojo, la mano del Mago crea la ilusión más rápidamente que lo que nuestra imaginación puede seguir. Su mano es más rápida... que la ocupada mente del hombre”.

El Mago actúa bajo la forma del terapeuta de múltiples formas, como Sabio, puede obrar milagros, pero como Charlatán “se lo puede encontrar en la feria del pueblo enredando a los parroquianos borrachos, haciéndoles desaparecer sus dineros".
Esa es la doble naturaleza del arquetipo del Mago. 


 
El Mago tiene el poder de revelar la realidad fundamental, 
la intimidad que subyace a todo; 
representa el poder de obrar milagros que tenemos todos y 
que es capaz de revelar la oculta fuente de vida que hay en nosotros, 
ofreciéndonosla para un uso creativo”
Como terapeutas actuamos bajo el influjo del arquetipo del Mago.
¿Pero del Mago Charlatán o del Mago Sabio?