lunes, 2 de noviembre de 2009

MEDITACIÓN


Puedo complejizar lo simple.
Encontrarle el pelo al huevo, la quinta pata al gato, construir edificios de argumentaciones sobre arenas movedizas, racionalizar hasta el hartazgo, intelectualizar hasta el sinsentido. Psicoanalizar como quién pedalea en bicicleta fija llegando a ninguna parte.

Puedo simplificar lo complejo.
Navegar un mundo chato de modelos simples y básicos. Todo explicado en tres pasos, clarísimo como el agua, que cualquiera pueda comprenderlo —como decía el zar de la televisión:”si querés que un programa sea exitoso, imaginá televidentes con mentalidad de cuatro años—. Todo blanco o negro, todo predecible, sin matices, sin profundidades, sin misterios, sin inexplicables…

Y también puedo hacer silencio…
prender mi pipa…
deleitarme en la majestuosa complejidad de lo simple…
en la absoluta simplicidad de lo complejo…
y quedarme tranquilito…
sin tener que hacer nada con todo eso.

No hay comentarios: