viernes, 30 de octubre de 2009

PSICOLOGÍA EVOLUTIVA APLICADA


Cuando Paloma cumplió cinco años le regalamos un gatito de dos meses.
"¿Cómo se va a llamar?"
"Tito Gatito", dijo muy segura.
"Tito es el nombre, pero como es muy chiquito, para que se de cuenta que lo llamamos a él, también le decimos Gatito".
¡Claro, cómo no nos habíamos dado cuenta! Todos los gatitos saben que son gatitos, lo que no saben es el nuevo nombre que su nueva familia va a darle.
Cuando Tito cumplió tres meses, un día viene Paloma muy contenta y dice:
"A partir de hoy el gato se llama sólo Tito, ahora ya es grande y él entiende."
"Claro", dijimos con mi mujer, "ahora entiende".
¿Qué otra cosa ibamos a decir?

No hay comentarios: