miércoles, 21 de octubre de 2009

TERAPIA, MAGIA Y PNL

Las historias que se cuentan acerca del origen de la PNL (pueden leerlas en mi libro) conforman lo que denomino su “Mito de Nacimiento”.
Un mito en que el arquetipo del Mago tiene un rol principal.
Si prestamos atención a las palabras utilizadas en los primeros escritos de PNL —recordemos que “La estructura de la magia” I y II fueron sus obras fundacionales—, observamos que las palabras “magia” y “mago”, tienen un papel relevante.
¿Cómo son los magos que aparecen en este mito?
Los primeros son los Grandes Terapeutas: Perls, Satir y Erickson.
Son magos que tienen poderes excepcionales y que practican habilidades secretas y asombrosas.
Luego Bandler y Grinder.
Son los magos que descubren la llave mágica que permite develar el poder de los Grandes Terapeutas.
Magos que en pocas semanas logran igualar los prodigios terapéuticos de un Perls o una Satir, magos todavía más grandes que ellos mismos.
Magos que en su generosidad, están dispuestos a revelar esos secretos a toda la cofradía de magos menores. Nosotros.
¿Quienes de aquellos que nos dedicamos a acompañar a las personas en su proceso de sanar sus heridas y crecer como seres humanos estamos enteramente libres de maravillarnos y tentarnos con ese Poder?

He sucumbido maravillado y agradecido al poder de esa magia... y he demorado años en despertar del embrujo sólo para descubrir el tipo de mago que como terapeuta yo mismo soy.
En el camino —que ha sido un verdadero viaje de Iniciación Terapéutica— me he perdido en ese Poder y luego me he reencontrado. He vencido verdaderos dragones y me he hundido en pozos de desesperanza y escepticismo. Experimenté la omnipotencia y el “furor curandis”, y me encontré con mis límites y con la humildad.
Aprendí que, en tanto terapeuta, ser un mago es muy distinto de tener una gran bolsa de trucos.
Aunque los trucos en verdad funcionen, ellos mismos no son la magia.

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