jueves, 22 de octubre de 2009

EVOLUCION I

Creo en la evolución.
Pero no creo que la evolución sea necesariamente un valor positivo en término de juicios humanos. Nuestra mente chiquita, al pequeño ego no le da para tanto. Ni buena ni mala, la evolución es la trama natural de los procesos universales. La extinción de los dinosaurios formó parte de la evolución de la vida en nuestro planeta. Dudo que haya habido dinosaurios contentos con eso.

Hace dos meses, cuando invitaba gente para la presentación de mi libro “Mapas para el cambio”, me contacté con un viejo querido colega, psiquiatra y escultor que va superando sus sesenta años, cuando le pedí su dirección de email me dijo “yo no entré a la era de internet, si querés hablar conmigo, llamame o vení a visitarme”.
A los viejos les cuesta evolucionar pensé… y me reí de mi mismo: el tipo encontró su lugar en el mundo, su vida está plena de sentido, vive en paz con sus canas y su conciencia. ¿Cuántos evolucionadísimos al tanto de los últimos chiches que nos vende la tecnología podríamos decir lo mismo?

Mi abuela paterna hacía su propio yogur —cuajada la llamaba ella— dejando a la leche pudrirse en vasos viejos. Mi abuela materna amasaba la masa para sus pastas domingueras sin untarse previamente sus manos con alcohol en gel (que ni existía).
Mi mujer compra ravioles insípidos en el super y yo me como una espumita de limón envasada en plástico que de limón no debe tener nada. ¡Vaya que somos evolucionados nosotros!

No hay comentarios: